sábado, 30 de noviembre de 2013

Y tú me preguntaste...



Me asaltas con una pregunta que me pilla fuera de situación
No sé exactamente  cuánto tiempo estuve mirando la ventana
Ausente de lo que para mí es únicamente simple quimera.

Bucles oscuros que mejor que el viejo oro bruñido te coronan
Grandes ojos que son pozos pardos del candor de la mañana
Pecas que enmarcan tu nítida sonrisa, luna de esa constelación.

No te importa mi actitud y no paras de hablarme sin dilación
¿Qué si yo te aprecio? ¿Es esa la pregunta que te desvela?   
Confieso que sonrío por no reír ante tu destello de ingenuidad.

Mi mente cruza las brumas de recuerdos que siempre manan
Si supieras que antes de ti vivía en una masa tan inhumana
Que mi generación se marchó dejándome atrás en la estación

Te atreviste a musitarme con ternura y con mucha piedad
Sin haberte dicho que aunque no fueras de todas la primera
Eras mejor que las que con las garras el ánimo me surcaron.

Pude responder como era lo habitual para el resto de la ciudad
No obstante te abracé en silencio y me dejé de tanta composición
Y entendiste que nada que sonsacases haría que te desmereciera.                

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