Me asaltas con una pregunta que me pilla
fuera de situación
No sé exactamente cuánto tiempo estuve mirando la ventana
Ausente de lo que para mí es únicamente simple
quimera.
Bucles oscuros que mejor que el viejo
oro bruñido te coronan
Grandes ojos que son pozos pardos del
candor de la mañana
Pecas que enmarcan tu nítida sonrisa,
luna de esa constelación.
No te importa mi actitud y no paras de
hablarme sin dilación
¿Qué si yo te aprecio? ¿Es esa la
pregunta que te desvela?
Confieso que sonrío por no reír ante tu destello
de ingenuidad.
Mi mente cruza las brumas de recuerdos
que siempre manan
Si supieras que antes de ti vivía en una
masa tan inhumana
Que mi generación se marchó dejándome atrás
en la estación
Te atreviste a musitarme con ternura y
con mucha piedad
Sin haberte dicho que aunque no fueras
de todas la primera
Eras mejor que las que con las garras
el
ánimo me surcaron.
Pude responder como era lo habitual para
el resto de la ciudad
No obstante te abracé en silencio y me
dejé de tanta composición
Y entendiste que nada que sonsacases
haría que te desmereciera.
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