martes, 28 de marzo de 2017

Amo de mi castillo

Cae esta tarde de marzo con añadida diligencia
Más la tímida luz que solicita mi sorda audiencia
hace que recuerde que la inocencia del lugar
vestirá tu bello cuerpo y tus pasos al llegar

Me muero por verte sonreír en este rincón
Serás bienvenida a esta casa tuya, corazón
Será alto el precio de esperar tu figura
Feroz huella que me marca y me fulgura

Me hablarás del jadeo del viejo pavimento
Y de cómo y cuándo te fue tan y tan lento
tu día lejos de este hogar y cuatro paredes
y las formas de olvidar sucias maldades

Dan las ocho de la lenta tarde de espera
Contándote cómo puse, como prometiera,
lavadoras y me duché con los juramentos
para poder abandonar el olor de lamentos

Bailaba el agua a lo que debía ser y no parece
Amo de mi castillo en el aire que se desvanece
Es pequeña y humilde esta ilusión de esplendor
donde el polvo de hadas duerme a mí alrededor

Nadie osó jamás pararse a pensar en este hecho
Nadie preguntó nunca sí bajo el prestado techo
extraño lo que no tuve y que ya no conquiste

que es saber que ese hogar al que llegas existe