jueves, 13 de diciembre de 2012

La nota que te pondría en la puerta de la nevera

No lo olvides.

Eres la ilusión de un inicio, la tristeza de un desencanto.
Eres capaz de festejar la vida, de condenar las sonrisas.
Eres la luz de mis mañanas, la penumbra de mi agonía.
Eres quien musita las palabras, quien grita al abismo.
Eres la historia de la magia, la vulgaridad del asfalto.
Eres la estrella de los deseos, la última persona que apaga la luz. 
Eres un ejército pintado, una sombra del humo. 
Eres quien marca la diferencia, quien nunca tuvo la fe de su lado.
Eres la lucha incansable, el monumento derruido.
Eres el violín de la infancia, el silencio de la ausencia.
Eres el viento que danza y ríe, el calor que asfixia y gime.
Eres lo inmortal en el recuerdo, lo efímero en las cenizas.
Eres difícil de explicar, fácil de catalogar.
Eres la llave de lo imposible, el muro de lo probable.
Eres lo que vendrá hoy, lo que ya se fue ayer.
Eres a quien conozco de algún modo, a quien nunca he visto.
Eres la  historia que me ha influido, la que debo conocer. 

Pero con todo y con eso, nunca dudes que yo te quiero.

No lo olvides. 


 

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