Cae
esta tarde de marzo con añadida diligencia
Más la
tímida luz que solicita mi sorda audiencia
hace que
recuerde que la inocencia del lugar
vestirá
tu bello cuerpo y tus pasos al llegar
Me muero
por verte sonreír en este rincón
Serás bienvenida
a esta casa tuya, corazón
Será alto
el precio de esperar tu figura
Feroz huella
que me marca y me fulgura
Me
hablarás del jadeo del viejo pavimento
Y de cómo
y cuándo te fue tan y tan lento
tu día
lejos de este hogar y cuatro paredes
y las formas
de olvidar sucias maldades
Dan las
ocho de la lenta tarde de espera
Contándote
cómo puse, como prometiera,
lavadoras
y me duché con los juramentos
para
poder abandonar el olor de lamentos
Bailaba
el agua a lo que debía ser y no parece
Amo de
mi castillo en el aire que se desvanece
Es
pequeña y humilde esta ilusión de esplendor
donde el
polvo de hadas duerme a mí alrededor
Nadie
osó jamás pararse a pensar en este hecho
Nadie preguntó
nunca sí bajo el prestado techo
extraño
lo que no tuve y que ya no conquiste
que es
saber que ese hogar al que llegas existe