Bien, prepárate…
Venga, dale
*Carraspeo* Mira la ciudad por la ventana
de la cafetería y sonríe.
Entre la primera y la última vez que la vi
llorar parece que…
Eso ya lo has contado.
¿De verdad?
Sí, de verdad.
Vale, vale, espera, ahora sí que sí…
*Suspiro*
Mírame, fíjate,
obsérvame en silencio
Esta vez te voy a
abrir la puerta
Cálmate, pues tú
también…
Perdona. ¡Eh!
¡Oye, para!
¿Qué?
Poesía no que eres
muy mal poeta.
Va, como quieras… Es cierto que no soy un
gran bailarín. Bailo igual que vivo: Improviso.
Soy de los que bailan en bodas, como creo
que muchos, no obstante creo que bailar es un modo más de estar en armonía con
otros.
Eh… Eso ya me lo
dijiste hace un par de años.
Pues me estoy quedando sin ideas ¿Y una
nueva aventura de Inés Molina?
Paso.
¿Súper héroes?
No, me aburren
mucho. Tenían su gracia cuando lo de El
otro traje. Eso fue muy divertido. Desnúdate.
¿Qué me desnude?
Claro. Cuéntame
algo que nadie sepa.
¿Es acaso una entrevista?
Todos tus relatos
lo son en algún momento y más tú, que llegas a ser un poco exhibicionista.
No sé cómo tomarme eso.
Como quieras, pero
venga, que se nos hace tarde ya.
¿Tienes prisa?
Sí y no.
Pues, en fin… yo de pequeño quería ser
policía.
Seguro que la gente
hubiera pensado que querías ser dibujante.
Sí, y mira que me pasé mi adolescencia
haciendo comics y ya ves donde están. Ahí, abandonados.
Ah, sí, leí esos
de una chica rebelde de una sola página. No estaban del todo mal.
Pero un día perdí el interés y la ilusión
por crear cómics. Ahora los veo y pienso en que ese era otro. Otro que tomaba
una regla, hacía márgenes, viñetas, bocetaba… y ahora me da una pereza el solo
pensar en hacer una sola página de un cómic...
Pero ilustraciones
y dibujos sí que haces, que te vi hace poco hacer uno sobre… ¿Sobre qué era?
¡Ay, Dios! No lo recuerdo ahora.
Pues si no lo sabes tú, yo menos, que ya
dibujo por dibujar, sobretodo garabatos y…
¡Ah, ya! ¡Un
cowboy en una puesta de sol, era un dibujito pequeño, sin mucho misterio!
Así es como yo dibujo. Sin más. Cuando
tengo el lápiz en la mano, pues me pongo a hacer monigotes, como cuando la
gente habla por teléfono. ¿Aún hay gente que hace eso cuando habla por
teléfono?
Yo creo que no. En
los ochenta y en los noventa sí porque había libretas cerca de los teléfonos,
pero ahora con los móviles y demás, somos más sosos, se nos seca la
creatividad.
Cuando asimilé que no era buen dibujante,
fue cuando conocí a Manuel. Hace poco analicé su poemario ¿sabes?
Ah, mira que bien.
¿Ese era el que te dio teatro en el instituto?
Pues sí, ese mismo. Yo creo que desde
chaval escribí mucho, pero no lo reconocía o no lo vi como algo que se hace por
necesidad ¿sabes cómo te digo?
Perfectamente.
Pues eso, que al final…
Sueles usar mucho
la coletilla pues eso, pues sí, pues…
mucho pues y poco contenido.
No me doy cuenta. Lo intentaré evitar.
Antes era bueno o bien.
Tal vez bueno y bien sean cosas que involuntariamente estaban en ti. Te sobraba el bien y el bueno.
Es muy irónico eso.
Para nada. Pero
prosigue, que te me dispersas, pierdes hilo y luego te queda todo sin explicar.
En fin… que al estar solo muchas veces,
cultivé mi mundo personal, mi mundo interior. Por eso no comprendo a la gente
que no sabe estar sola. ¡Estate sola y mira quién eres!
Ya, pero al final,
aquí estás, hablando conmigo.
Tú no eres como los demás. Siempre, desde
mi niñez y mi adolescencia, he intentado tener un igual. El otro día cuando
salía a correr, hará cosa de un mes o así, me di cuenta que yo no tengo un
igual. Siempre quise que mi mejor amigo se asemejase a mí, pero ahora ya tengo
asumido que no iba a ser así. Me dejaron solo y ahora también lo estoy y… no
pasa nada.
Y aún hay quien no
te conoce y dice que eres un tipo duro y frío…
Yo antes no era así, bien lo sabes. Yo
antes era cariñoso, pero se ve que, como a la gente que no tiene un bolígrafo y
un block al lado del teléfono, se me seca algo, pero en mi caso no es la
creatividad, si no el cariño. Antes me costaba mucho menos decir que quiero a
la gente. Es más, ahora que me distancio
de la gente que antes me trataba a patadas, más me aprecian. Mundo de locos.
¿Por qué dejaste
de querer ser policía?
Porque un vecino me dijo que a lo mejor
algún maleante me pegaba un tiro y me mataba. Que podía pasar. Por eso desistí.
Preferí como
dejaste de querer ser dibujante, la verdad.
Por eso no cuento estás cosas.
Pero oye, que es
muy tierno eso, no te equivoques.
Hay gente que cuenta mejor las cosas que
yo. Yo me bloqueo, me pongo nervioso y en vez de tartamudear, desordeno las
palabras al hablar. Por eso casi no me dedico a hablar de verdad con nadie.
Y hay gente que es
idiota perdida. Mucho contar cosas y no se creen ni quienes son ni lo que
dicen. Llenan el aire de palabras pero no se las creen, no las asimilan. Leen y
oyen sin saber nada.
Ahora te dispersas tú.
Puede ser. Venga,
veamos, ¿Cómo ese poema que ibas a recitar?
No lo recuerdo, la verdad… creo que he
perdido el hilo.